Mujer
Diría, embalsado, que bajaste del paraíso
Que de númenes fuiste apreciada mensajera
En estaciones pasadas y continuas
Y en mujer formada a mi mortal mirada miraste
Pensaba, mujer divina, que las alas escondías
Que la seda de tus manos al cielo pertenecía
Que la iridiscencia de tus ojos al sol robabas
Y el canto de tus voces a las sirenas correspondía
Soñé…, que cada susurro tuyo en verdad se convertía
Pues a recordar no alcanzo cuándo te miré por vez primera
La efímera primavera o de mi corazón el perenne otoño
Que fue mi vida hasta latirte demencial quimera.
Y ahora más que nunca feliz me encuentro
De saber sereno que la mirada, la piel y la voz,
Son para mis ojos, manos y oídos
Torpes, absurdos, lentos y demorados.
Qué errado aseguraba a un ángel querer
Y alegre afirmo que del cielo no caíste
Pues cual sería el chiste si fueres ángel,
Que mejor que numen, eres mortal mujer.
0 comentarios:
¿Qué te pareció la entrada?