Esta indiscutible joya de la cinematografía no puede menos que dejarnos con la boca abierta y bien abierta, además del lenguaje cinematográfico (la técnica), está la idea que supera todo. "Soy asesino por naturaleza" dice Mickey, pero me parece más bien la contundente voz de toda una nación, es la manera en que trabajan los cerebros en el país norteamericano, es la violencia sin fin que se ha expandido a través de su historia, son los locos asesinos productos de un sistema manipulador que atesta los corazones con miedo y odio, desconfianza e indiferencia. Quizá la única manera de rebasar a este sistema controlador sea a través de la catarsis de la muerte, tenerla tan cerca y acariciarla a cada momento, esa "liberación" del ser que permite sobrevivir al monstruo voraz que ya de por sí nos ha dejado apenas con unos jilgueros necesarios para subsistir y servirle.
"Mucha gente ya está muerta, alguien debe poner fin a su desgracia"
"Yo solía ser como tú, pero evolucioné"
"¡Estoy vivo por primera vez!, ¡Gracias Mickey!
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