Universidad Nacional Autónoma de México
Análisis de textos
¡Adiós cordera!
¡Adiós Cordera! ¡Adiós!, es un cuento muy placentero, desnudo y tierno sobremanera; nos narran la historia de una vaca pasible e inocente, como seguramente lo son las vacas pasibles e inocentes. La gracia de la niñez que envuelve la vida del bovino y juntos crean una atmósfera inmejorable, un ambiente natural lleno de tranquilad y alrededor del cual suceden los hechos. Tras la miseria del dueño de la vaca Antón, tienen la necesidad de venderla, aunque ello representa una pérdida más que sensible para sus hijos. La renta no espera, la vaca ha sido puesta en venta pero intencionalmente se elevó su costo para no venderla, eso es una forma clara de ver las dos magnitudes de la vida, por una parte la material que nos obliga a tomar decisiones que van en contra de nuestra propia convicción y por otro lado la fraternidad que puede ser capaz de crearse en el ser humano, incluso con seres que no pertenecen a su especie.
Al final el precio llegó y la vaca ha partido con destino incierto, pero más que cierto hacia su fin. La impresión que ha dejado en los niños es perpetua y los recuerdos silenciosos al lado de su almohada viviente no son sino espectros y tristezas que los acompañarán para el resto de sus vidas. Las vías seguramente representan la pérdida de la inocencia en la vida, las vías son ese momento en el que nos damos cuenta del mundo en derredor, las miles de cosas que suceden, las injusticias, las penas, las locas realidades de todos los que habitan nuestro planeta. Esas vías que para Rosa no han sido sino un moustro que ha comido a su incansable amiga y luego, como si no fuera suficiente, se ha llevado a su amado hermano. Ese acercamiento el asta clavada en el suelo y los sonidos que escucha en medio del silente aire le dicen que pronto puede ser ella que siga el camino de la vía del tren, su perturbante sonido y desquiciado estertor.
Parece haber un paralelo con “es que somos tan pobres” de Juan Rulfo, un no sé que, que hace converger las historias en puntos comunes, un bovino, la esperanza de una familia, la tristeza y la chica desconsolada que mira como se pierde allá en lontananza lo que más quiere. Lo que nos lleva a pensar que posiblemente Rulfo haya leído el cuento y lo haya en alguna forma reescrito de acuerdo a su estilo y país.
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